Con unos cuantos pesos en los bolsillos y
sin estar seguro de que aquel lugar donde mis pies me llevaban era a donde
quería realmente ir, voy vagando por las calles de la ciudad sin rumbo alguno y
sin ningún tipo de remordimiento por lo que Hare durante las próximas horas,
nadie me ve, nadie me escucha, nadie sabe quién soy yo, y nadie sabe qué es lo
que quiero, solo yo, aunque, espera ni yo sé porque quiero esto, solo sé que lo
quiero y lo necesito.
No me juzgue, no me condenes,
no me apartes, no me trates como si la felicidad, lo divino y todo lo bueno d
este universo estuviesen hecho para todos, mas no para mí. Alcanzo a ver el
lugar al cual me dirijo, con la cabeza en contra de la dirección de las nubes
continuo caminando y a cada paso que doy siento como si me acercara mas a la
única meta que me interesa alcanzar en este momento, pero también siento que a
cada paso que doy me acerco mas a mi propia destrucción y a un universo lleno de
realidades inexistentes del cual nunca podré salir.
Finalmente estoy aquí, estoy en
el lugar indicado, en la única parte que mi cuerpo desea estar por el momento.
Saco los pocos pesos que tengo
en los bolsillos y se los doy a la persona que está frente a mí, este me pasa
un pequeño paquetito blanco y otra vez mi mundo se llena de luces y colores, a
volar.
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