lunes, 9 de febrero de 2015

EL VIAJE ASTRAL

-amor quiero contarte algo.
- ¿ahh si amor y que es?
-¿tienes tiempo para olvidarte que se hace tarde de para ir a trabajar y escucharme?
- si amor te escucho
-¿amor déjame prepararte algo de té, estas cómoda?
- sí, amor lo estoy!
-ok pues te cuento:
Ayer deje mi mente volar, fue algo complemente extrañado y diferente a todo lo vivido antes, fue lo sublime de sentir un pasado en el presente; en aquel vuelo viaje por la psiquis de un joven simple que ahora es un hombre; vi sueños, deseos, esperanzas, momentos de eufórica y alegrías generadas por cosas que se convertirían en habituales después: ver el mar por primera vez, abrazar a mi madre luego de varias horas sin estar con ella, jugar con mis hermanitos, saber que solo existía y era feliz; sin nada que me preocupara, sin nada en que pensar solo existir.
Continúe aquél viaje y a medidas que avanzaba también vi como fue la historia de mi primer amor, aquél primer beso un día de verano al lado del  arroyo, la primera vez que pude comprender el significado de esa palabra y mi primer corazón partido.
En ese momento quise parar, estaba eufórico, asustado, deprimido y alegre a la vez, mi sensatez fue sucumbida por la inevitable irracionalidad  de ser siempre positivo y  continuar el camino aunque no pueda sentir los pies, aunque sea necesario crear ese camino, aunque no tenga pies y deba imaginarme que sí tengo para poder continuar;  en fín,  deje a un lado todas esas emociones y de nuevo volví a verme dentro de mí mismo.
Una vez pasé esa etapa pude comprender que todo lo que soy, todo lo que fui, todo, absolutamente todo lo que seré depende solo de una persona... de ese ser maravilloso que radica dentro de mí pero que pocas veces puedo mostrar pues ni yo mismo se que existe.

Al despertar de ese sueño me sentí completamente un ser pleno, lleno de vida, orgulloso de cada decisión tomada, pues cada unas de ellas me han traído aquí, al hora, a este momento, a tu lado...

0 comentarios:

Publicar un comentario